Queridos graduados de la tercera promoción de la Carrera de Producción Musical de PMA.
Hace menos de dos semanas, despedí a mi perrita Chía. Su vida estuvo marcada por una condición que nunca pudimos comprender del todo. Desde el primer día en casa, cuando tenía apenas mes y medio, Chía giraba en círculos sin detenerse, especialmente cuando experimentaba emociones fuertes: al salir a la calle, recibir visitas o ver a otros perros. Al principio, eran solo minutos, pero con el tiempo esas vueltas se extendieron a horas, hasta que, un día, su cuerpito ya no pudo más.
El domingo 2 de marzo a las 5 pm, cuando llegó su momento final, mi esposa y yo enfrentamos una decisión muy difícil. Yo quería que despertara una vez más para poder abrazarla, darle unos minutos más de amor, llenarla de besos. Pero entendí que, a veces, el mayor acto de amor es dejar ir. Aun así, me quedé con esa sensación de querer haberle dado un poquito más de mi tiempo.
Y fue en ese instante cuando entendí algo importante: a menudo, vivimos atrapados en el trabajo, en las responsabilidades, en la urgencia de responder mensajes, en revisar pendientes sin descanso o simplemente distrayéndonos en las redes sociales. Y en ese ritmo frenético, dejamos pasar momentos reales irrepetibles con quienes más amamos.
Alguna vez escuché una frase que dice:
«Todos tenemos dos vidas, y la segunda comienza cuando nos damos cuenta de que solo tenemos una.»
– Confucio.
Mi perrita Chía estuvo conmigo un año y medio, el mismo tiempo que dura una carrera de producción musical en PMA. Y en ese corto tiempo, me enseñó algo más valioso que todo lo que he estudiado en mi vida: la importancia de vivir el presente. Tener visión y trabajar por un futuro mejor es fundamental, pero lo único real, lo único que de verdad tenemos, es el ahora, es el presente, es el hoy.
Les voy a pedir que se paren un momento y miren bien a quienes están a su alrededor. Denles la mano o un abrazo, porque ellos están en este momento, en este instante, compartiendo con ustedes un momento muy especial.
Hoy cierran un capítulo importante de sus vidas, pero el verdadero camino comienza después de PMA. Cada uno de ustedes ha cambiado en estos 18 meses, han crecido, han aprendido, han soñado, han vivido cada momento. Les deseo el mayor de los éxitos en su camino musical, pero sobre todo, les deseo que nunca olviden quiénes son y por qué hacen lo que hacen.
Denlo todo. Siempre.
Gracias.
Pedro Callán